lunes, 28 de marzo de 2016

Nanopanfletos de Babbage, Rafael Lozano-Hemmer, 2015

Nanopanfletos de Babbage 

Rafael Lozano-Hemmer (2015)


Ampliación de Impresiones de Nanopanfletos de Babbage


Por Isaac Correa 

Esta obra de Rafael Lozano-Hemmer está compuesta por tres elementos. El primero, son entre 200,000 y 300,000 nanopanfletos que se encuentran volando en la sala de la exposición, existiendo la posibilidad de ser respirados por parte de los visitantes. El segundo elemento, son los demás nanopanfletos que se encuentran dentro de un frasco de cristal y que se mueven gracias a un agitador magnético. El tercer elemento, son fotografías de acercamientos de las impresiones de estos nanopanfletos tomadas a través de un microscopio electrónico.

            Los nanopanfletos fueron realizados por medio de técnicas de nanotecnología y tienen la inscripción de un extracto del “Noveno tratado de Bridgewater”, escrito por Charles Babbage en 1838. Su dispositivo artístico radica principalmente en el concepto de la creación de la obra a través de los tres elementos mencionados anteriormente.

            Primero, la cantidad de nanopanfletos que se encuentran flotando en el espacio que ocupa la sala de la exposición es un signo que tiene una fuerza especial para la adquisición de significados mediante la relación del espectador con la obra de arte a través de un hermoso oxímoron. Esto adquiere un significado inmediato ante el conocimiento de la potencialidad de que la obra sea incorporada a la vida de quienes se encuentran en ese momento, en ese lugar, a través de un gesto tan rutinario y vital como la respiración. Además, se contrapone con el desconocimiento del hecho, de si ya sucedió, sucederá, o no, lo cual deja de ser trascendental ya que la simple potencialidad del hecho lo dota de existencia y de expresión artística.

            Por otro lado, colocar el resto de los nanopanfletos en un frasco de cristal agitados constantemente dotan de visibilidad al conjunto de las piezas. Es decir, que a pesar de tener tan sólo 150 átomos de longitud cada uno de ellos, en su conjunto manifiestan su ser material y suponen librar el obstáculo de la limitación visual del ser humano para manifestarse en una unidad y ser vistos. Su conjunto supone demostrar su realidad objetiva.

            Finalmente, las fotografías de las ampliaciones sobre las impresiones y el uso de la nanotecnología, brindan legitimidad al proceso de creación y refuerzan el concepto de la obra. De esta forma, se mueve de la inconsciencia hacia la consciencia sobre el texto de Babbage que dota de nuevos significados a la creación artística.

            De esta forma, Lozano-Hemmer no sólo establece un diálogo profundo con lo sublime rescatando el valor de la subjetividad de las personas, sino que incita a una profunda reflexión sobre la vida misma, sobre lo esencial y lo elemental y los significados de las manifestaciones de la corporalidad a través de la unión de los componentes más básicos para la vida y para la materia.

            Hablando en particular del texto de Babbage, Lozano-Hemmer rescata de manera muy sutil otra referencia histórica no sólo en el mundo del arte, sino de uno de los principales componentes para la modernidad tardía contemporánea: la computación. Charles Babbage es considerado el padre de la computación, pero también fue el primero en crear un modelo de una impresora descrito en sus planos para la construcción de la “máquina analítica”. Esto implica que la referencia metatextual en la obra a partir de la recuperación de sus textos además, hace un homenaje a su legado a través de la sofisticación de dos de sus principales aportaciones que han sido refinadas hasta lograr imprimir a través de técnicas de nanotecnología. Esto se puede realizar de acuerdo con las nociones de trascendencia de toda la obra, como se verá más adelante.

            Hay cuatro puntos sumamente importantes en la obra de nanopanfletos. El primero se refiere a la reflexión sobre los límites de lo humano en nuestra existencia: por un lado se encuentra la invisibilidad de acuerdo a las capacidades humanas para ver los nanopanfletos que se encuentran flotando por el aire, mientras que por el otro lado se rescata una parte del texto que dice que la fuerza de la voz se vuelve “una fuerza rápidamente atenuada que se convierte en inaudible para el oído humano”, refiriéndose a la existencia de algo más allá de nuestras capacidades cuyo origen es el propio Ser Humano. En este punto, nos vuelve a arrojar hacia lo sublime al buscar entender aquello que va más allá de las capacidades de nuestra persona desde nuestros sentidos y las habilidades que poseemos para comprender(nos).
           
            Un segundo punto, ligado de forma íntima al anterior, se refiere al sentido de trascendencia. Esto se debe a que existe un tercer límite implícito en la obra, que es el límite del tiempo para el Ser Humano, cuya mortalidad implica arrojarse hacia la vida en la búsqueda de un sentido. Sin embargo, la propuesta discursiva de la obra sobre la trascendencia, implica una perspectiva optimista que se refleja en la posibilidad de existir y alterar el estado de las cosas con las posibilidades de nuestra voz y de nuestras acciones: de transformar la atmósfera y nuestro entorno con cualquier movimiento, y definir la forma en la que permaneceremos y tendremos influencia sobre los demás, de manera positiva o negativa, puesto que la vida misma es extraordinaria, es un hito que tendrá un impacto en los demás.

            El tercer punto se refiere a las manifestaciones de la voluntad del Ser Humano. En la obra, Lozano-Hemmer rescata el potencial expresivo de la comunicación y el impacto que podemos tener en el entorno a través de la misma. Desde esta perspectiva, lo esencial del Ser Humano es el lenguaje, y las posibilidades que esto engloba, por lo que a través de la manifestación del mismo se puede alterar y modificar lo que nos rodea y en los demás, así como otros se relacionan con nosotros. Es decir, que en el lenguaje y en el aire, como dispositivo receptor y de transmisión de los mensajes lingüísticos y humanos, encontramos una comunidad discursiva, intencional y con los límites del mundo en sí mismo.

            Por último, se encuentra presente la noción de equilibrio, de transmitir lo mismo que se recibe y de tener la posibilidad de encontrar una nueva vitalidad que busque la unidad de las personas en una responsabilidad compartida y en una forma de vida. Esta noción de equilibrio en la unidad, logara rescatar el valor de lo individual para la construcción del mundo.

            Finalmente, en el ámbito de lo no-artístico-ni-estético, la obra tiene un gran potencial ontológico, que busca cuestionar el ser desde las distintas formas de su existencia: desde el cómo ser. Además, esta forma de unidad tiene grandes implicaciones en la vida contemporánea, puesto que la forma de trascender, además de la discusión sobre el tiempo, busca entenderse la forma en la que lo elemental se entrelaza desde la persona hasta la comunidad, desde el átomo más pequeño de aire, hasta el átomo y la célula que comienza a constituir a la persona, y la posibilidad de que todo sea modificado, para bien o para mal, desde la voluntad del ser. En la actualidad, estos cuestionamientos y reflexiones pueden ser extendidos incluso en un contexto de creciente violencia intercultural a las formas de lograr un verdadero reconocimiento del otro, la búsqueda de la igualdad como seres humanos, e incluso, nuevas relaciones de convivencia que permitan reflexionar sobre nuestro impacto en el medio ambiente.


            La obra se puede encontrar hasta el 17 de abril de 2016 en el marco de la exposición “Pseudomatismos” en el Museo Universitario Arte Contemporáneo de la Ciudad de México.